Kraken…………

Leyenda:
En
1752, cuando el obispo de Bergen, Erik Ludvigsen Pontoppidan, escribió su
Historia natural de Noruega, describió al Kraken como una "isla
flotante" de una y media milla. También escribió: "Parece estos son
los brazos de la criatura (El Kraken), y, está dicho que si agarraran al hombre
de guerra más grande, lo arrastrarían hasta el fondo. Con el tiempo , las
historias del Kraken lo harían menos grande, pero igual de mounstruoso. Las primeras historias acerca del Kraken,
datan del siglo XII, en noruega, refiriéndose a una criatura del tamaño de una
isla. Afortunadamente, el kraken, es un
mounstruo marino que raramente se deja ver aunque algunos indicios delatan su
proximidad a los mas veteranos entre los marineros. Se cuenta que desde la
superficie, al mirar hacia abajo se puede mirar los enormes ojos del Kraken, rojos
como si de un incendio se tratara. A
menudo, su amplia joroba es confundida con una isla (cuendo el Kraken está en
la superficie) aunque también se dice que esto sucede por las costumbres
alimenticias del Kraken que, según parece, come incesantemente durante muchos
meses seguidos y luego durante muchos meses también, se libera de los productos
de la digestión. Los excrementos del
kraken, exhalan un agradable olor y van formando una suerte de islotes
flotantes alrededor del monstruo. Gran cantidad de peces son atraídos hacia esa
nueva pradera flotante que, además, es comestible. Cuando el Kraken logra
atraer suficiente cantidad de peces, el Kraken comienza a alimentarse de ellos
y el ciclo vuelve a empezar. El gran
tamaño del Kraken, junto con su apariencia monstruosa y su supuesto poder
destructivo, lo han hecho una criatura que comúnmente aparece en varias obras
de ficción. Era un templo viviente, y
así lo dijeron varios antiguos escritores nórdicos cuando se refieren al
Kraken. En 1755, el obispo Pontoppidan de Bergen (Noruega) escribía que las
islas flotantes que en los mares del norte aparecían y desaparecían súbitamente
eran sin duda krakens. El obispo de
Midaros levantó un altar sobre la roca de una playa y celebró la Santa Misa. No
sabía que se hallaba sobre el lomo de un Kraken. El monstruo esperó
respetuosamente a que el obispo terminase y luego, tranquilamente, se deslizó
hasta el agua y desapareció.
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